Es bueno contrastar las noticias e ir a las fuentes para ver todo lo que Benedicto XVI ha dicho en África, quizá la verdad se haría más clara en medio de tantos titulares resaltando sólo media frase donde aparece la palabra "condón". Te animo a darte un paseito y leer la totalidad: la crítica a las multinacionales, el cese de la violencia, la reconciliación, el crecimiento de los cristianos, la atención a los enfermos y empobrecidos. ¡CUÁNTOS INTERESES PARA CONTAR LAS COSAS!
El Papa Benedicto XVI concluyó esta mañana en Angola su primera visita pastoral a África, desde donde ha lanzado un llamamiento mundial a la solidaridad para acabar con la pobreza el hambre y las guerras interétnicas. El viaje ha durado seis días y ha constado de dos etapas, la primera se desarrolló en Camerún y la segunda en Angola.EL TEXTO ÍNTEGRO DE LA PREGUNTA Y RESPUESTA EN EL AVIÓN CAMINO A CAMERÚN:
Pregunta [en italiano]: Santidad, entre los muchos males que atormentan a África, existe en particular el de la difusión del Sida. La postura de la Iglesia católica sobre el modo de luchar contra [la infección] se considera con frecuencia no realista y no eficaz. ¿Afrontará usted este tema durante el viaje? Très Saint Père, Vous serait-il possible de répondre en français à cette question?
Papa [en italiano]: Yo diría lo contrario: pienso que la realidad más eficaz, más presente en el frente de la lucha contra el Sida, es precisamente la Iglesia católica con sus movimientos, con sus diversas realidades. Pienso en la Comunidad de San Egidio que hace tanto, visible e invisiblemente, en la lucha contra el Sida; en los Camilianos, en todas las religiosas que están a disposición de los enfermos... Diría que no se puede superar este problema del Sida sólo con eslóganes publicitarios. Si no existe el alma, si los africanos no se ayudan, no se puede resolver el flagelo con la distribución de profilácticos: al contrario, el riesgo es que aumente el problema. La solución puede encontrarse sólo en un doble compromiso: el primero, una humanización de la sexualidad, esto es, una renovación espiritual y humana que lleve consigo un nuevo modo de comportarse el uno con el otro; y segundo, una verdadera amistad también y sobre todo para las personas que sufren, la disponibilidad, incluso con sacrificios, con renuncias personales, a estar con los que sufren. Y estos son los factores que ayudan y que traen progresos visibles. Por ello diría esta doble fuerza nuestra de renovar al hombre interiormente, de dar fortaleza espiritual y humana para un comportamiento justo respecto al propio cuerpo y al del otro, y esta capacidad de sufrir con los que sufren, de permanecer presente en las situaciones de prueba. Me parece que ésta es la respuesta justa, y es lo que la Iglesia hace y así ofrece una contribución grandísima e importante. Damos las gracias a cuantos lo hacen.
El Papa Benedicto XVI concluyó esta mañana en Angola su primera visita pastoral a África, desde donde ha lanzado un llamamiento mundial a la solidaridad para acabar con la pobreza el hambre y las guerras interétnicas. El viaje ha durado seis días y ha constado de dos etapas, la primera se desarrolló en Camerún y la segunda en Angola.EL TEXTO ÍNTEGRO DE LA PREGUNTA Y RESPUESTA EN EL AVIÓN CAMINO A CAMERÚN:
Pregunta [en italiano]: Santidad, entre los muchos males que atormentan a África, existe en particular el de la difusión del Sida. La postura de la Iglesia católica sobre el modo de luchar contra [la infección] se considera con frecuencia no realista y no eficaz. ¿Afrontará usted este tema durante el viaje? Très Saint Père, Vous serait-il possible de répondre en français à cette question?
Papa [en italiano]: Yo diría lo contrario: pienso que la realidad más eficaz, más presente en el frente de la lucha contra el Sida, es precisamente la Iglesia católica con sus movimientos, con sus diversas realidades. Pienso en la Comunidad de San Egidio que hace tanto, visible e invisiblemente, en la lucha contra el Sida; en los Camilianos, en todas las religiosas que están a disposición de los enfermos... Diría que no se puede superar este problema del Sida sólo con eslóganes publicitarios. Si no existe el alma, si los africanos no se ayudan, no se puede resolver el flagelo con la distribución de profilácticos: al contrario, el riesgo es que aumente el problema. La solución puede encontrarse sólo en un doble compromiso: el primero, una humanización de la sexualidad, esto es, una renovación espiritual y humana que lleve consigo un nuevo modo de comportarse el uno con el otro; y segundo, una verdadera amistad también y sobre todo para las personas que sufren, la disponibilidad, incluso con sacrificios, con renuncias personales, a estar con los que sufren. Y estos son los factores que ayudan y que traen progresos visibles. Por ello diría esta doble fuerza nuestra de renovar al hombre interiormente, de dar fortaleza espiritual y humana para un comportamiento justo respecto al propio cuerpo y al del otro, y esta capacidad de sufrir con los que sufren, de permanecer presente en las situaciones de prueba. Me parece que ésta es la respuesta justa, y es lo que la Iglesia hace y así ofrece una contribución grandísima e importante. Damos las gracias a cuantos lo hacen.
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